Un viaje al rededor de los museos

Museos pequeños, museos con encanto, museos poco conocidos, museos y/o fundaciones de mis artistas o arquitectos favoritos, museos que he tenido el gusto de visitar y que, por diferentes razones, merecerían volver a ser visitados.

Todos los textos y fotos de este blog son autoría y propiedad de Agustín Calvo Galán. Si quieres citarlos o usar las fotos, puedes hacerlo; pero, por favor, indica la procedencia y la autoría. Gracias.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Casa Museo Benlliure (Valencia)

Si hay una familia de artistas en la España de finales del XIX y principios del XX esa es la familia Benlliure. La Casa Museo Benlliure en la valenciana calle de Blanquerías no solo les rinde homenaje a través de sus obras, también es un buen ejemplo de una casa burguesa de aquella época. La casa fue comprada para uso familiar y como estudio por el pintor José Benlliure Gil (1852-1937), hermano del famoso escultor Mariano Benlliure (1862-1947), y padre del también pintor José Benlliure Ortíz (1884-1916), más conocido como Peppino, muerto a muy temprana edad. La casa de los Benlliure es propiedad del Ayuntamiento de Valencia desde 1958, al ser donada por la familia a cambio de que fuera dedicada a la memoria de los artistas Benlliure. Por tanto, en la Casa Museo podemos ver no solo la colección de arte de la familia, sino también visitar su intimidad: el despacho, la sala de visitas, el comedor, etc. todo acondicionado con muebles de época y donde podemos ver también obras de Sorolla y Muñoz Degrain, amigos de la familia, así como una gran cantidad de objetos de época como porcelanas, lámparas, etc,
Por la parte de atrás de la casa se acede a un amplio jardín, perfectamente conservado, -presidido por un busto en bronce del padre de los Benlliure, obra de Mariano-, en el que fueron colocadas piezas arqueológicas y religiosas, recuperadas de iglesias y conventos, que la familia atesoraba, así como paneles cerámicos típicamente valencianos. Al final del jardín se encuentra el estudio de pintura de José Benlliure, construido en 1904 con ciertos aires góticos, en él podemos sentir el recogimiento que necesitaba el artista durante la creación, así como espiar lo objetos que le rodeaban.
La ciudad de Valencia cuenta con numerosos espacios artísticos y culturales dedicados a una modernidad que, en ocasiones, resultan demasiado grandilocuentes. Sin embargo, la Casa Museo Benlliure nos devuelve al recogimiento y a la visita calmada, a la tradición artística auténtica de la ciudad gracias a una de sus familias más interesante e ilustre.

http://www.museosymonumentosvalencia.com/museos/casa-museo-benlliure/

viernes, 6 de noviembre de 2015

Museo Toulouse-Lautrec de Albí (Francia)

La coqueta ciudad de Albí, a orillas del río Tarn y a unos pocos kilómetros de Toulouse, en el sur de Francia, cuenta con un casco antiguo medieval perfectamente conservado, Patrimonio Mundial de la UNESCO, del que destacan su magnífica catedral de Santa Cecilia de ladrillo rojo y el palacio de la Barbie, antiguo palacio episcopal, a modo de fortaleza, perfecto ejemplo del poder que los obispos de Albí habían tenido en siglos pasados. Actualmente es la sede del Museo Toulouse-Lautrec. Y es que si hay en el mundo un albigense famoso no es ningún obispo, sino el más popular de los pintores bohemios de finales del s. XIX: Henri de Toulouse-Lautrec (1864-1901)
El Museo se creó en 1922 gracias al legado de los condes de Toulouse-Lautrec, pues el pintor había nacido en el seno de una familia noble del sur de Francia. Pasó su infancia en la campiña cercana a la ciudad de Albí, y aunque era enfermizo y sufrió un desgraciado accidente que le rompió ambos fémures y le impidió crecer adecuadamente, marchó de joven a París para seguir con su vocación de pintor. Sería en la capital francesa donde se relacionaría con los pintores impresionistas de la época y frecuentaría los locales de ocio nocturno como el Moulin de la Galette, el Moulin Rouge, Le Chat Noir, etc. Todo ello quedaría reflejado en su obra, considerada postimpresionista, donde se pintaba desde la vida cultural de los salones de la alta burguesía, pasando por la vida nocturna en los bailes populares, hasta los bajos fondos y la prostitución.
En su museo en Albí podemos encontrar una excelente muestra de sus obras. Resultan curiosos, por poco conocidos, sus primeros cuadros de juventud, donde destaca el caballo como temática campestre. Por supuesto, también podremos ver una parte importante de los cuadros sobre su vida nocturna e íntima en París, así como los magníficos carteles que marcaron una nueva época en el arte contemporáneo, con la popularización de la ilustración pública, y que influyeron tremendamente en artistas posteriores.
Henri de Toulouse-Lautrec resulta una figura fascinante y muy atrayente tanto por la vida que llevó como por su arte. No obstante, en el Museo de Albí podemos acercarnos a su figura y profundizar en un legado que sobrepasa los estereotipos que sobre él se han difundido (gracias, en parte, al cine), para volver a sorprendernos ante un artista intemporal.

http://musee-toulouse-lautrec.com/

miércoles, 7 de octubre de 2015

Centro José Guerrero de Granada

Gracias a un pasado prodigioso tanto histórica como culturalmente, Granada cuenta con un sinnúmero de atractivos artísticos y arquitectónicos mundialmente reconocidos. No obstante, una visita a la ciudad de la Alhambra también nos puede proporcionar un acercamiento al arte contemporáneo; y es que en pleno casco antiguo, junto a la catedral y a otros edificios de gran interés, en lo que fue la antigua Alcaicería (centro mercantil de época árabe, dedicado al comercio de la seda), se inauguró en el año 2000 un espacio expositivo dedicado a la cultura contemporánea: el Centro José Guerrero, una institución que lleva el nombre de un artistas granadino que vivió a caballo entre los EEUU y España: José Guerrero (1914-1991): conocedor de las vanguardias de principios de siglo XX, desarrolló, a partir de los años 50, una intensa obra pictórica muy relacionado con el expresionismo abstracto estadounidense, donde el cromatismo le permitió crear obras singulares de mucha expresividad y con muy pocos elementos formales, como el impresionante lienzo La brecha de Víznar (1966) dedicado al fusilamiento de García Lorca, que actualmente se puede contemplar en el Centro. Además, ejerció gran influencia en los artistas españoles de la segunda mitad del siglo XX, ayudando, por ejemplo, a la creación del Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca.
Por otro lado, el Centro no solo expone una amplia muestra de la obra de José Guerrero, gracias a las donaciones de la familia del pintor granadino a la Diputación de Granada tras su fallecimiento, y fomenta su conocimiento y difusión, sino que cuenta con una programación estable de exposiciones temporales de otros artistas contemporáneos y también realiza numerosas actividades como publicaciones y conferencias, siempre con el arte contemporáneo como bandera, lo que convierte al Centro no en una institución museística al uso, sino en un espacio de relación crítica con la realidad de nuestro tiempo, en la que el visitante puede ser partícipe de manera estimulante tanto de problemáticas como de experiencias en las que el arte (contemporáneo) puede y debe jugar un papel en la sociedad actual.

http://www.centroguerrero.org/

lunes, 7 de septiembre de 2015

Museu Nacional de Arte Antiga de Lisboa

Una calle con un nombre tan bonito como Rua das Janelas Verdes (de las ventanas verdes) es el lugar en el que se encuentra el Museu Nacional de Arte Antiga de Lisboa, un museo del todo singular, no solo por su situación (la plaza, frente a la fachada principal, forma un estupendo mirador sobre el río Tajo) y por el palacio del S. XVII que lo contiene, sino también por alguna de las obras que él se pueden ver. Además, a pesar de ser una gran institución al nivel de otros museo nacionales europeos, el visitante no se sentirá incomodado ni por las avalanchas de turistas ni por la cantidad ingente de obras que tanto apabullan en otros museos.
Por otro lado, el museo se creó en 1884, como institución pública, para la exhibición de obras de arte provenientes de las colecciones reales y de bienes eclesiásticos. Asimismo cuenta con unas estupendas muestras de mobiliario, escultura y cerámica, así como de tapices y piezas de vidrio que no sólo muestran la genuina raíz lusitana y europea de sus colecciones, sino también las sinergias culturales creadas al mezclarse con otras civilizaciones, debido a la expansión y el comercio portugués por todo el mundo durante varios siglos: desde el Islam, pasando por el Nuevo Mundo y finalizando en el Lejano Oriente.
Pero, sin duda, son las pinturas las verdaderas joyas de la corona de las obras exhibidas en el museo, en especial las de la escuela portuguesa: como el inmenso retrato colectivo de "Los paneles de San Vicente" de Nuno Gonçalves (S. XV) o el famosísimo retrato de "Don Sebastián" de Cristóvão de Morais (S. XVI); y, por supuesto, varias obras muy representativas de la pintura europea como "Salomé con la cabeza de San Juan Bautista" de Lucas Cranach el viejo" (s. XVI), un "San Pedro" de Francisco de Zurbarán (S.XVII), así como otras obras de Tiepolo, Pieter Hooch, Van Dyck, o Durero; y especialmente el extraordinario tríptico de "Las tentaciones de San Antonio" de El Bosco (Hieronymus van Aeken Bosch, S. XV) obra maestra que nos muestra la temática recurrente, con su iconografía característica, del pintor flamenco: la soledad del hombre frente a la maldad, la falsa belleza, las enfermedades, etc. del mundo.
En definitiva, el Museu Nacional de Arte Antiga de Lisboa nos deparará un recorrido enriquecedor y agradable por la cultura portuguesa y europea a través de algunos de sus pintores más representativos.

http://www.museudearteantiga.pt/

viernes, 7 de agosto de 2015

Casa Museo de Rosalía de Castro en Padrón (Galicia)

En el 2013 se celebró el 150 aniversario de la publicación de Cantares gallegos uno de los hitos del Resurgimiento (o Rexurdimento, en gallego) de la cultura en lengua gallega durante el siglo XIX. Rosalía de Castro fue su autora y aquel era su primer libro en gallego, pues con anterioridad había publicado novela y poesía en castellano. La figura de esta gallega universal, frágil y tenaz, que sufrió un sinfín de vicisitudes durante su vida, tanto literarias como vitales, y cuyo verdadero reconocimiento llegaría tras su fallecimiento, en parte por el gran simbolismo cultural que le confirieron los emigrantes gallegos, fuera en Barcelona o en Buenos Aires, tiene en su Casa Museo un punto de referencia ineludible. Al fin, convertida en un poderoso icono de la cultura y de la lengua de Galicia, su figura literaria y su popularidad fue creciendo durante todo el siglo XX, así como los reconocimientos institucionales. Algunos aún recordamos el antiguo billete de 500 pesetas en el que aparecía en el anverso un retrato de Rosalía, y en cuyo reverso se podía ver un dibujo, precisamente, de su Casa Museo en Padrón, así como unos versos con su propia caligrafía. Y es que Rosalía, que había nacido en Santiago de Compostela, murió en esta casa en 1885, a los 48 años de edad; llamada originariamente Casa da Matanza, fue reabierta para el público en 1972 y actualmente es sede de la fundación que gestiona su legado. Así, la Casa Museo nos propone no solo una visita cultural de lo más agradable, sino también un recorrido por un remanso de paz que nos conecta con el pasado y con la arquitectura tradicional (tan devastada en la Galicia actual). Además. Esta Casa conserva algunos enseres, recuerdos personales y muebles de Rosalía, como el escritorio en el que escribió sus últimos poemas, y también nos permite hacer un recorrido visual (con fotografías de Rosalía y de su familia) por su vida y por su obra, con diversas ediciones y traducciones de su obra. Aquí, no muy lejos de la costa, pero desde donde no se puede ver el mar, fue donde dijo la famosa frase con la que se despidió del mundo: 'Abre esa fiestra, que quero ver o mar'.



domingo, 12 de julio de 2015

Museo de las Civilizaciones Anatólicas de Ankara (Turquía)

En numerosas ocasiones, la historia de la Antigüedad en Occidente se ha reducido a las grandes culturas como la egipcia, la griega o la romana, olvidando que una vastísima cantidad de pueblos, culturas y religiones convivieron a lo largo del Próximo Oriente y el Mediterráneo antes de la unificación en todos los ámbitos que supuso el advenimiento del Imperio Romano. La península de Anatolia (en la que se sitúa gran parte del estado turco actual) es un buen ejemplo de dicha abundancia; cuando nos aproximamos al conocimiento de su Prehistoria y de su Historia Antigua, se despliega ante nosotros una explosión extraordinaria de diversidad cultural que conecta (como no podía ser de otra manera, por su situación geográfica) las culturas mesopotámicas con las mediterráneas desde la Prehistoria hasta la Antigüedad clásica.
El Museo de las Civilizaciones Anatólicas de Ankara, fundado en 1921 y situado en dos edificios otomanos del s. XV, recoge una parte significativa de restos materiales hallados en excavaciones arqueológicas a lo largo de toda Anatolia, desde el paleolítico hasta la época romana. Especialmente interesantes resultan dos periodos en la historia de la península: por un lado el neolítico, con el importantísimo yacimiento de Çatalhöyük, y por otro con el descubrimiento de la cultura Hitita (que ocupó gran parte de Anatolia en torno a los s. XVIII y XII a.C.). En el museo podemos encontrar vestigios de ambos periodos.
La importancia y originalidad del yacimiento de Çatalhöyük, uno de los primeros centros urbanos surgidos en el neolítico y conectado con el llamado Creciente Fértil (zona en la que se originó la primera agricultura y ganadería de la humanidad) se puede apreciar también en los restos materiales conservados en el museo, tanto en su cerámica como especialmente en las figurillas femeninas, como la de una diosa sentada entre dos felinos, representación de un culto primigenio a una Diosa Madre.
Por otro lado, los hititas fueron un pueblo casi desconocido de la antigüedad hasta época reciente. Testimonios del antiguo Egipto hablaban de un gran pueblo guerrero (Hatti) que les disputó a los egipcios, en la batalla de Qadesh (1274 a.C.), su influencia en el Próximo Oriente. La tregua entre ambos bandos se firmó con el tratado de Qadesh (considerado el primer tratado de paz de la Historia). En el museo se conservan tablas cuneiformes escritas en hitita, así como estatuillas de dioses primitivos, también grandes relieves con representaciones ceremoniales que nos recuerdan a otras culturas mesopotámicas con las que los hititas compartieron numerosos rasgos culturales.
Una visita al Museo de las Civilizaciones Anatólicas es una oportunidad extraordinaria no solo de ampliar nuestros conocimientos sobre los pueblos prehistóricos y sobre la Antigüedad, sino también de tomar conciencia de que una infinidad de pueblos y civilizaciones anatólicas fueron pasando y cayendo en un olvido de siglos (como irremediablemente ha pasado en tantas otras partes del mundo) que la arqueología de los últimos decenios ha ido rescatando y dándoles la importancia que tuvieron en la Historia de la humanidad.

http://www.anadolumedeniyetlerimuzesi.gov.tr/

viernes, 12 de junio de 2015

Museo do Pobo Galego de Santiago de Compostela

Junto al imponente y moderno edificio del Centro Galego de Arte Contemporánea (obra del arquitecto portugués Álvaro Siza) y, según como se mire, ocultado por éste, se encuentra el Museo do Pobo Galego que aprovecha el antiguo convento de San Domingos de Bonaval. Según la tradición, fue creado por San Domingo de Guzmán, quien habría peregrinado a Santiago en el siglo XIII y lo habría fundado junto a una de las entradas de la ciudad. El conjunto museístico que forman el de Arte Contemporáneo junto al Etnográfico do Pobo Galego, son un buen ejemplo de los contrastes arquitectónicos de la Galicia moderna, donde no siempre se ha sabido conservar adecuadamente su arquitectura, especialmente la tradicional. Aunque, no es el caso de la capital de Galicia, Santiago, donde los visitantes pueden recorrer su casco antiguo sin sobresaltarse ante los destrozos producidos por la ignorancia interesada de las autoridades y la piqueta especulativa de otras capitales españolas.
El Museo do Pobo Galego es una institución creada en 1976 precisamente para investigar, divulgar, conservar y fomentar el respeto hacia la cultura gallega desde un punto de vista etnográfico. Sus salas nos permiten recorrer la tradición marinera y rural de Galicia, así como los diferentes oficios, algunos ya olvidados, y otras cuestiones como la indumentaria, la música o la arquitectura tradicional. Todo ello, y de forma sintética y amena, ayuda a los visitantes foráneos y a los propios gallegos a entender, más allá de la nostalgia de un tiempo pasado irrecuperable, una parte de sus raíces: su identidad ancestral y sus manifestaciones, además de servir de punto de encuentro y conservación para innumerables materiales y colecciones que, sino, podrían desaparecer o correr una suerte incierta.
Sin embargo, y sin desmerecer el valor de lo expuesto en el Museo, su principal atractivo es el propio edificio, especialmente la famosa escalera helicoidal triple del arquitecto gallego Domingo de Andrade (1639-1712), introductor del barroco en Galicia, una obra de gran virtuosismo, que sigue impresionando por su modernidad y por su audacia, pues desde un mismo hueco de escalera conduce, mediante rampas distintas, a los diferentes pisos del monasterio; además, ante el efecto óptico conseguido desde la base de la escalera, los visitantes creen estar dentro de uno de los espacios paradójicos creados por el holandés M.C. Escher.

http://museodopobo.gal/web/index.php

sábado, 16 de mayo de 2015

Museo Alvar Aalto de Jyväskylä (Finlandia)

Finlandia como estado es una nación jovencísima. Tras su independencia del Imperio Ruso durante la I Guerra Mundial y la definición de sus fronteras durante la II Guerra Mundial (con la pérdida dolorosa de una parte de la Carelia histórica), la nueva nación tuvo que reinventarse como estado y también tuvo que recuperar una identidad nacional basada en un idioma propio y en la convivencia con el resto de nacionalidades nórdicas; además tuvo que modernizar sus infraestructuras y "ocupar" las despobladas llanuras centrales del país, entre bosques y lagos, y crear nuevas ciudades. Dentro de ese contexto nace Alvar Aalto, una de las personalidades más fascinantes de la Finlandia moderna, arquitecto y diseñador, visionario del espacio humanizado y de la renovación arquitectónica, que consiguió no solo superar los modelos del llamado clasicismo nórdico (basada en la recuperación del clásicos grecolatinos), así como de la arquitectura tradicional finlandesa (en madera), imponiendo una arquitectura moderna y funcional, que aprovechaba el carácter de los materiales de construcción empleados, sino que llegó a alcanzar la categoría de arquitecto internacional, a la vanguardia, junto a la Bauhaus, Le Corbusier, Sert o Lloyd Wrigth, de la modernidad arquitectónica mundial.
La figura de Aalto está ligada a la pequeña ciudad de Jyväskylä pues allí pasó parte de su adolescencia y juventud y fundó su primer estudio (1923). Por ello la ciudad se ha convertido en la principal sede del Museo Alvar Aalto (que cuenta con otros espacios en otras ciudades, como su casa y su estudio en Helsinki) y atrae a interesados por la arquitectura moderna de todas las partes del mundo. El Museo está compuesto por una gran sala de exposiciones y un auditorio. En la gran sala de exposición el visitante puede hacer un amplio recorrido por toda la obra de Aalto, con fotografías y maquetas de sus edificios, reproducciones de algunos de sus diseños para sillas y otros muebles, y también un recorrido por su vida privada. Además, la sala cuenta con la reproducción de los paneles en madera que creaban el espacio interior del pabellón finlandés de la exposición universal de Nueva York de 1939, diseñado por él. Todo el conjunto nos muestra la multitud de facetas de la vida y obra del arquitecto, así como su fuerte personalidad, preocupaciones e ideario artístico.
Por último, cerca de Jyväskylä se puede admirar alguna de sus obras más conocidas, como el ayuntamiento de Säynätsalo (1952), un edificio elevado, en ladrillos rojos vistos, que crea un claustro abierto, un espacio de encuentro cívico funcional, bello y acogedor.

http://www.alvaraalto.fi/index_en.htm

viernes, 10 de abril de 2015

El Museo Chillida-Leku (Hernani, Gipuzkoa)

Sin que sirva de precedente, voy a hablar en este blog de un museo que, a fecha de hoy, no se puede visitar. Lamentablemente, el 31 de diciembre del 2010 cerró sus puertas el recinto del Chillida-Leku para el público, por motivos económicos y de desavenencias entre los herederos de Chillida y las instituciones del País Vasco. Desde entonces muchas informaciones, anunciando el retraso de su reapertura, se han ido sucediendo. Lamentablemente porque uno de los escultores más trascedentes del siglo XX, el donostiarra  Eduardo Chillida (1924-2002), merece este lugar, su lugar, según la traducción de la palabra vasca leku, un lugar que él mismo buscó, pensó y puso en funcionamiento.
El Museo lo forman un gran espacio abierto de jardines y bosque, así como un caserío restaurado, originario del siglo XVI, llamado Zabalaga. En el exterior se encuentran 40 esculturas de Eduardo Chillida, alguna de gran tamaño, realizadas en acero y piedra. En contraste con la verde sinuosidad de los prados, las esculturas sobresalen con su monumentalidad y respiran, creando un paisaje de contrastes entre fuerza, masa, vitalidad, forma y materia; siempre consiguiendo un diálogo sugerente entre la creación escultórica, original del artista, y su ubicación en la naturaleza. Uno de los mayores atractivos del museo es que, en esta parte exterior, no solo los elementos como la lluvia y el viento pueden tocar las esculturas, el visitante puede y debe, también, sucumbir a la tentación (prohibida casi siempre en los museos) de tocar las obras.
En el interior del caserío, además, se pueden admirar otras obras, de menor tamaño, de Eduardo Chillida, así como muestras de su obra gráfica, cartelería, grabado, etc. Asimismo, podemos encontrar fotografías de sus esculturas más representativas, como el famoso Peine de los vientos en San Sebastián.
Sin duda, el Chillida-Leku es un lugar con una magia natural, un lugar abierto que sorprende e invita no solo a la contemplación sino también a la comprehensión del paisaje y del hecho artístico a través de todos los sentidos, tal y como lo imaginó el propio artista. Un lugar ideal para acercarnos a un escultor excepcional que, lamentablemente -repito-, sigue cerrado.

http://www.museochillidaleku.com/

lunes, 9 de marzo de 2015

El Big Hole de Kimberley (Sudáfrica)

En 1866 un joven de 16 años llamado Erasmus Jacobs encontró un diamante de 24 quilates en las orillas del río Orange, aquel fue el detonante que inició un movimiento de población en la Sudáfrica colonial que atrajo a gentes de todo el mundo y que se ha llamado "la fiebre de los diamantes". Así comenzó también la explotación de una de las minas a cielo abierto más grandes del mundo y que creó e hizo crecer, a su alrededor, a la ciudad de Kimberley. Actualmente aquella mina de diamantes es un inmenso agujero en el suelo, donde se ha formado un lago en su fondo, testimonio no solo de aquella fiebre por los diamantes, aquel aprovechamiento avaricioso de los recursos naturales, sino también de la terrible explotación entre seres humanos.
La mina, que estuvo en funcionamiento hasta principios del siglo XX, se puede visitar ahora en el complejo del Big Hole (Agujero grande, en inglés) que incluye, además, un museo de la mina y una parte de la viaje ciudad de Kimberley convertida en museo al aire libre. Todo el complejo resulta realmente interesante: por una parte, podemos gozar, gracias a una rampa a cierta altura, de unas vistas inmejorable del impresionante gran agujero artificial formado -y que deja pequeños a los edificios urbanos que lo circundan-; además veremos, en la parte del museo, tanto el funcionamiento de una mina de diamantes, con las características y técnicas de explotación, como su razón de ser: los diamantes, de los que se conservan en el museo unas cuantas reproducciones de los más importantes hallados allí. Por otra parte, el complejo ha conseguido conservar algunos de los edificios fundacionales de la ciudad de Kimberley (iglesia, tiendas, telégrafo, tranvías, etc.), de finales del siglo XIX, ahora detenidos en el tiempo para que podamos entender que el legado de aquella explotación minera no solo creó grandes riquezas y un rápido desarrollo, sino que formó parte de la terrible y sangrienta historia de la explotación de los recursos mineros en África, y que se resumen en que para la obtención de algo tan pequeño como un diamante en bruto hizo falta abrir una inmensa herida en la tierra y explotar inhumanamente a miles de obreros. No obstante en esta ciudad sudafricana han sabido darle la vuelta a esta situación y la mina de diamantes en desudo, el Big Hole, se ha convertido hoy en un icono (de reconciliación entre el pasado y el presente) de la nueva Sudáfrica y en el orgullo de la ciudad.

http://www.thebighole.co.za/

viernes, 13 de febrero de 2015

Museo de Historia de Barcelona

La mayor parte de los cientos de miles de turistas que recorren cada día el Barrio Gótico de Barcelona desconocen que están pisando los orígenes de una ciudad con más de 2000 años de historia; pues bajos sus pies, bajo el nivel actual del Barrio, se encuentran los restos de la ciudad romana. Además, desconocen que se pueden visitar a través del Museo de Historia de Barcelona (MUHBA), cuya entrada se encuentra en el casa Padellàs, junto a la monumental Plaza del Rei. La metrópolis mediterránea que es hoy Barcelona fue un poblado íbero, de la tribu de los layetanos, cuando los romanos entraron a dominar la Península Ibérica. En época del emperador Octavio Augusto pasó a ser colonia romana bajo la denominación Colonia Iulia Augusta Paterna Faventia Barcino, como lo atestigua una estela de época romana que hoy se conserva en el MUHBA dando, justamente, la bienvenida a los visitantes que quieren viajar en el tiempo y descender hasta la época romano de la ciudad gracias a un moderno ascensor. De esta manera, podemos recorrer el subsuelo, sobre unas pasarelas metálicas, para ver no solo los restos antiguos, especialmente de época romana y visigótica, sino también admirar las primera murallas que rodearon la ciudad antigua, así como la calzada de las calles, las canalizaciones de agua, los silos, y el interior de alguna de las viviendas con suelo de mosaico, así como los restos de las primeras comunidades cristianas establecidas en la ciudad. También podremos ver objetos de la vida cotidiana de la ciudad romana y bajo medieval. Por otro lado, el Museo tiene otras sedes donde se pueden visitar otros restos antiguos, como la vía sepulcral de la Plaza Villa de Madrid, el Templo de Augusto (en el interior de la sede del Centre Excursionista de Catalunya), o mordernos, como el refugio antiaéreo 307 de la Guerra Cívil en Poble Sec. La experiencia de recorrer los vestigios romanos de la ciudad, ocultos hasta principios del siglo XX, resulta muy curioso y nos conecta con el origen mediterráneo y cosmopolita que tiene la capital catalana.


sábado, 10 de enero de 2015

Legion of Honor de San Francisco (EE.UU.)

Pocos museos en el mundo pueden presumir de haber aparecido en una película de Alfred Hitchcock. El Museo de Bellas Artes de San Francisco, Legion of Honor, sí: aparece en una intrigante escena de su película Vertigo -que en España se tituló: De entre los muertos- cuando el detective que encarna James Stewart sigue hasta el Museo a Madelaine -Kim Novak-, donde la encuentra mirando el retrato de una mujer que lleva su mismo peinado.
El Museo Legion of Honor sorprende, en primer lugar, por su arquitectura: un revival del estilo neoclásico francés. En su origen fue una donación a San Francisco de Alma Spreckels, prócer de la ciudad y esposa del magnate del azúcar Adolph B. Spreckels, quien se había enamorado del pabellón francés de la Exposición Internacional que se celebró en la ciudad del Pacífico en 1915 y que reproducía, a su vez, el palacio de la Legión de Honor de París del siglo XVIII. Al finalizar la Exposición consiguió que el gobierno francés le permitiría hacer una réplica permanente del edificio parisino y convenció a su marido para que lo llevara a cabo con el fin de donar a la ciudad un Museo de Bellas Artes compuesto por sus propias colecciones de arte. La I Guerra Mundial retrasó la ejecución del proyecto, que se inauguró en 1924 como homenaje a los caídos californianos en la Gran Guerra.
El Museo se encuentra lejos del centro de la ciudad, pero está situado en el magnífico Lincoln Park, desde donde podemos tener unas bellísimas vistas del famoso puente Golden Gate y de la entrada a la inmensa bahía de San Francisco. Cuando entramos, en el patio central del edificio, podemos ver una de las obras más icónicas que muestra el museo: El pensador de August Rodin; es decir, una de las reproducciones en bronce que supervisó el propio Rodin en vida, de quien los Spreckels adquirieron una gran colección de esculturas que ahora podemos admirar en varias salas del Museo, así como sus colecciones de pintura francesa de los siglos XVIII y XIX. A los largo del siglo XX el Legion of Honor fue ampliando las valiosas colecciones con las aportaciones de otros donantes de la alta sociedad californiana como Archer M. Huntington, Mildred Anna Williams y Albert Campbell Hooper, así como Roscoe y Margaret Oakes que donaron su destacada colección de arte holandés, flamenco y británico de los siglos XVII, XVIII y XIX, con obras muy representativas de, entre otros, Rembrandt, Rubens, van Dyck, y Gainsborough. Otro donante significativo fue Samuel H. Kress, quien aportó una parte de su colección con grandes obras de El Greco, Pieter de Hooch y Tiepolo. Por si todo esto fuera poco, también se incorporaron colecciones arte Antiguo y fotografía.
La cosmopolita y liberal ciudad de San Francisco cuenta con numerosos atractivos, entre ellos se encuentra, sin duda, este estupendo Museo Legion of Honor, que muestra orgulloso el legado de la alta sociedad norteamericana de principios del siglo XX, que empleó su poderío económico en la sabia adquisición de obras de Arte y que supo, a su vez, desprenderse de ellas para el enriquecimiento cultural de sus compatriotas.

http://legionofhonor.famsf.org/