Un viaje al rededor de los museos

Museos pequeños, museos con encanto, museos poco conocidos, museos y/o fundaciones de mis artistas o arquitectos favoritos, museos que he tenido el gusto de visitar y que, por diferentes razones, merecerían volver a ser visitados.

Todos los textos y fotos de este blog son autoría y propiedad de Agustín Calvo Galán. Si quieres citarlos o usar las fotos, puedes hacerlo; pero, por favor, indica la procedencia y la autoría. Gracias.

lunes, 3 de julio de 2023

Museo Cerralbo (Madrid)











Atravieso la remodelada plaza de España de Madrid en dirección al cercano Museo Cerralbo. Reflexiono sobre la ciudad, porque toda gran ciudad está siempre renovándose, cambiando, reinventándose; en cambio me dirijo a un lugar petrificado en el tiempo.

Por fuera, el edificio que contiene el Museo Cerralbo no parece diferente al resto de edificaciones del entorno. Pero, en cuanto traspaso su gran puerta en la fachada, me encuentro en el interior de una casa singular. No podía ser de otra manera, pues aquí se conserva, digamos, intacto una parte del Madrid de finales del siglo XIX, esa época tan convulsa y determinante para la historia contemporánea de España. Este lugar fue la residencia de una familia aristocrática: los marqueses de Cerralbo. Más concretamente, aquí vivió el XVII marqués de Cerralbo, Enrique de Aguilera y Gamboa (1875-1922), político carlista, Grande de España, historiador, promotor de las artes y las excavaciones arqueológicas, quien donó al estado, a su muerte, el edificio y las obras que en él se encuentran para que su patrimonio y memoria fueran preservados de la mejor manera posible.

Lo primero que resalta es la gran escalera que permite a los visitantes moverse entre los tres niveles de la casa. Mientras subo las escaleras, me percato de que dos hombres rubios, de cierta edad, asciende tras de mí. Los oigo hablar y deduzco que son neerlandeses. Curiosamente, me fijo en uno de los grandes cuadros de batallas navales que cuelgan en el hueco de la escalera; tiene una inscripción en grandes letras, donde pone, para mi sorpresa: derrota de la armada holandesa por el conde de Alcudia. Llego al final de la escalera, en la parte más alta, pero me quedo cerca, disimulando, para ver la reacción de los dos visitantes que me siguen, me ha parecido entender que uno de ellos hablaba español. Efectivamente, cuando llegan a la altura del cuadro, ambos se quedan mirando la pintura, entonces oigo como leen: derrota de la armada holandesa, y repiten varias veces en voz alta la palabra "derrota" como si no comprendieran muy bien su significado, intentando pronunciar correctamente la erre doble española. He de continuar el recorrido, pero no puedo evitar echarle un último vistazo a los holandeses: están petrificado en medio de la escalera.

Recorro la primera planta, impresiona y me agobia tanta decoración. Aquí todo se acumula en una especie de horror vacui muy de la época; o tal vez sería mejor hablar de abigarramiento o de pastiche atemporal, pues lo neoclásico se une a lo barroco en un continuo sin transición. Joyas, libros, muebles, portadas de periódicos enmarcadas, árboles genealógicos, vitrinas llenas de objetos inclasificables, esculturas, armas de fuego de varios tipos y pinturas, salas de lectura, despacho, biblioteca, habitaciones, maderas nobles, lavabo escondido, galería y la famosa sala de baila por la que "el todo Madrid" pasó y disfrutó entre espejos, lámparas de araña, mármoles y dorados. Al parecer, aquí sonaban valses y polcas mientras la armada española era derrotada y humillada en Cuba y Filipinas.

Sin embargo, me tengo que sobreponer al cúmulo de decoraciones y apreciar algunas de las joyas de la colección de pintura que cuelgan de las paredes, como una Inmaculada de Zurbarán o un San Francisco de el Greco. Sin duda, una parte del conservadurismo del marqués de Cerralbo le llevó a convertirse en amante de la historia y en coleccionista de arte. Nos queda ese legado para imaginarnos una época de luces y pérdidas. 

Acabo mi recorrido y retorno a las calles del Madrid de hoy. Una lluvia fina se ha abalanzado sobre la ciudad. Muy cerca, tras la transparencia acuosa, veo los colores cálidos del colosal Palacio Real. 

https://www.culturaydeporte.gob.es/mcerralbo/home.html

http://www.fundacionmuseocerralbo.es/