Un viaje al rededor de los museos

Museos pequeños, museos con encanto, museos poco conocidos, museos y/o fundaciones de mis artistas o arquitectos favoritos, museos que he tenido el gusto de visitar y que, por diferentes razones, merecerían volver a ser visitados.

Todos los textos y fotos de este blog son autoría y propiedad de Agustín Calvo Galán. Si quieres citarlos o usar las fotos, puedes hacerlo; pero, por favor, indica la procedencia y la autoría. Gracias.

lunes, 8 de septiembre de 2014

El Museo Sefardí de Toledo

En la actualidad, la mayor parte de los museos que se crean buscan edificios singulares, normalmente de nueva construcción para mayor lucimiento de los arquitectos contemporáneos. Sin embargo, tenemos numerosos ejemplos de museos que han aprovechado edificios existentes que, por su naturaleza, historia o situación, resultan idóneos para crear o recrear icónicamente la idiosincrasia de algunas ciudades. Es el caso del extraordinario Museo Sefardí de Toledo, ubicado en la Sinagoga del Tránsito.
Numerosas ciudades y pueblos, desde Gerona a Hervás (Cáceres), desde Belmonte (Castelo Branco) a Córdoba, muestran la intensidad y la importancia del legado de los judíos en la Península Ibérica hasta su expulsión de España (1492) y de Portugal (1496). Sin embargo, Toledo ha conseguido ser justamente identificada como la ciudad de las tres culturas (cristiana, judía y musulmana) gracias a la recuperación y conservación no solo de la memoria, sino también del legado material y arquitectónico de las comunidades que convivieron en la actual capital de Castilla la Mancha hasta el siglo XV. La sinagoga del Tránsito se llama así porque tras la expulsión de los judíos y la confiscación de sus bienes fue convertida en la iglesia de la Virgen del Tránsito, y es un edificio realmente singular por ser una de las pocas sinagogas antiguas que se conservan prácticamente intactas en España.
El Museo Sefardí se fundó en 1964, aunque no sería hasta 1971, tras muchas vicisitudes, cuando se inauguraría. Tras siglos de ignominia y fomento de la ignorancia y la mentira por parte del Estado y de la Iglesia Católica, era de justicia que España reconociera el legado de los judíos. El Museo Sefardí cumple esa noble e insoslayable función. Por una parte el Museo nos permite entrar en el interior de la antigua Sinagoga de Samuel Leví (su fundador, tesorero y consejero de Pedro I de Castilla) del siglo XIV; especialmente en la gran nave central podemos admirar diferentes ejemplos de arte mudéjar, tanto en la decoración con estuco de los muros y en las celosías de las ventanas, como en el magnífico artesonado del techo a cuatro vertientes. La parte museística se sitúa tanto en salas aparte como en el patio de la sinagoga y recoge una infinidad de objetos, inscripciones, laudas sepulcrales, textos, etc. procedentes de diferentes juderías españolas. Por un lado encontramos todo lo referentes a la liturgia, ceremonias y fiestas judías, lo que nos permite profundizar en las creencias de los judíos españoles; y, por otro lado, podemos observar algunas aspectos de su vida privada y cotidiana, con referencias a oficios, viviendas, cocina, lápidas sepulcrales, ajuares matrimoniales, etc.
En definitiva, el Museo Sefardí de Toledo permite recuperar y mantener viva una parte de la memoria etnográfica y cultural de nuestro país. Más allá de que podamos considerar la expulsión de los judíos un error histórico de magnitudes incalculables (cultural, económica e ideológicamente) para las naciones ibéricas, debemos seguir lamentado el inmenso sufrimiento que se causó a miles de españoles (como un par de siglos después ocurriría con los moriscos) que tuvieron que convertirse al cristianismo -bajo coacción- o abandonar sus casas, sus tierras, sus bienes, su país.

http://museosefardi.mcu.es/