Un viaje al rededor de los museos

Museos pequeños, museos con encanto, museos poco conocidos, museos y/o fundaciones de mis artistas o arquitectos favoritos, museos que he tenido el gusto de visitar y que, por diferentes razones, merecerían volver a ser visitados.

Todos los textos y fotos de este blog son autoría y propiedad de Agustín Calvo Galán. Si quieres citarlos o usar las fotos, puedes hacerlo; pero, por favor, indica la procedencia y la autoría. Gracias.

viernes, 7 de agosto de 2015

Casa Museo de Rosalía de Castro en Padrón (Galicia)

En el 2013 se celebró el 150 aniversario de la publicación de Cantares gallegos uno de los hitos del Resurgimiento (o Rexurdimento, en gallego) de la cultura en lengua gallega durante el siglo XIX. Rosalía de Castro fue su autora y aquel era su primer libro en gallego, pues con anterioridad había publicado novela y poesía en castellano. La figura de esta gallega universal, frágil y tenaz, que sufrió un sinfín de vicisitudes durante su vida, tanto literarias como vitales, y cuyo verdadero reconocimiento llegaría tras su fallecimiento, en parte por el gran simbolismo cultural que le confirieron los emigrantes gallegos, fuera en Barcelona o en Buenos Aires, tiene en su Casa Museo un punto de referencia ineludible. Al fin, convertida en un poderoso icono de la cultura y de la lengua de Galicia, su figura literaria y su popularidad fue creciendo durante todo el siglo XX, así como los reconocimientos institucionales. Algunos aún recordamos el antiguo billete de 500 pesetas en el que aparecía en el anverso un retrato de Rosalía, y en cuyo reverso se podía ver un dibujo, precisamente, de su Casa Museo en Padrón, así como unos versos con su propia caligrafía. Y es que Rosalía, que había nacido en Santiago de Compostela, murió en esta casa en 1885, a los 48 años de edad; llamada originariamente Casa da Matanza, fue reabierta para el público en 1972 y actualmente es sede de la fundación que gestiona su legado. Así, la Casa Museo nos propone no solo una visita cultural de lo más agradable, sino también un recorrido por un remanso de paz que nos conecta con el pasado y con la arquitectura tradicional (tan devastada en la Galicia actual). Además. Esta Casa conserva algunos enseres, recuerdos personales y muebles de Rosalía, como el escritorio en el que escribió sus últimos poemas, y también nos permite hacer un recorrido visual (con fotografías de Rosalía y de su familia) por su vida y por su obra, con diversas ediciones y traducciones de su obra. Aquí, no muy lejos de la costa, pero desde donde no se puede ver el mar, fue donde dijo la famosa frase con la que se despidió del mundo: 'Abre esa fiestra, que quero ver o mar'.



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