En el residencial municipio de Oak Park (Illinois), en la
periferia de la inmensa Chicago, estableció su primer taller un jovencísimo
arquitecto llamado Frank Lloyd Wright (1867-1959) en 1893, tras abandonar su
Wisconsin natal; allí adquirió una casa que fue reformando y ampliando hasta convertirla en casa familiar y taller. En ese lugar vivió y trabajó hasta
1909, cuando abandonó a su primera mujer, Catherine Lee "Kitty" Tobin
(1871-1959), y a sus
seis hijos, uno de los primeros episodios de su turbulenta vida
sentimental.
En aquella época, la ciudad de Chicago vivía su resurgimiento,
tras el terrible incendio que la asoló en 1871, y Frank Lloyd Wright
contribuyó, con su particular estilo orgánico, considerado el primer estilo
arquitectónico genuinamente norteamericano, a convertirla en el referente
arquitectónico que atrajo a los mejores arquitectos del siglo XX. Durante los
años que residió en Oak Park realizó sus primeros proyectos, como el Unity
Temple, y otras casas particulares: la impresionante Casa Winslow o la casa Heurtley, que
empezarían a darle renombre y a formar el conjunto arquitectónico que él
denominó estilo de las praderas, en
el que ensalzaba el espíritu nacional norteamericano combinando el naturalismo de elementos orgánicos como piedra y madera,
con las líneas rectas y la ornamentación sencilla y efectiva, consiguiendo
siempre unos edificios estilizados y de gran belleza.
En su casa taller de Oak Park podemos ver no solo un exterior que
mezcla a la perfección diferentes elementos constructivos y decorativos,
incorporando las esculturas que realizó el colaborador de Lloyd Wright, Richard
Block, sino especialmente el interior, donde realmente podremos apreciar la originalidad
de sus creaciones; así podemos ver espacios tales como el comedor -con los
muebles que él mismo diseñó-, la impresionante sala de juegos para los niños, -un
espacio que creo para inspirar la creatividad de sus hijos-, la sala octogonal,
el taller, etc. Destaca, también en el interior, la decoración con pinturas murales con
motivos de las praderas americanas, así como la utilización de maneras y
celosías.
La casa taller fue declarada por el gobierno de los EEUU Monumento
Histórico Nacional en 1976; y es, sin duda, un lugar excepcional para apreciar la evolución y las primeras obras maestras de uno de los genios de la arquitectura del siglo XX.