Un viaje al rededor de los museos

Museos pequeños, museos con encanto, museos poco conocidos, museos y/o fundaciones de mis artistas o arquitectos favoritos, museos que he tenido el gusto de visitar y que, por diferentes razones, merecerían volver a ser visitados.

Todos los textos y fotos de este blog son autoría y propiedad de Agustín Calvo Galán. Si quieres citarlos o usar las fotos, puedes hacerlo; pero, por favor, indica la procedencia y la autoría. Gracias.

lunes, 3 de enero de 2022

Museo de Menorca (Mahón, Menorca)

 


La isla de Menorca ha sido, a lo largo de su historia moderna, británica, francesa y española. Solo por este hecho, ya nos despierta la curiosidad por saber más cosas de este pedazo de tierra tan cotizado. Pero esa es sola una parte de la historia de la isla, porque Menorca es bastante más: ofrece testimonios de muchas épocas pasadas, especialmente de la prehistoria. De todos son conocidos los yacimientos megalíticos llamados talayotes (o talaiots, en catalán) y también navetas. Por eso, en el centro de Mahón preguntamos en una oficina de turismo sobre los talayotes visitables. Una chica muy amable, que no sabe si contestarnos en catalán o en castellano, y su maravillosa confusión o imprecisión lingüística nos hace, a nosotros también, mezclar catalán y castellano como si no fueran dos lenguas separadas, sino dos lenguas hermanas y unidas para siempre; nos entrega un mapa de la isla muy detallado y nos señala con círculos unos cuantos yacimientos; además, nos dice que si estamos interesados en temas prehistóricos, muy cerca tenemos el Museo de Menorca donde podremos saber más cosas sobre estos monumentos tan enigmáticos. 
Callejeamos por Mahón y llegamos enseguida hasta las puerta del museo, que se encuentra ubicado en el antiguo convento de San Francisco, un imponente edificio de los siglos XVII y XVIII.
Nada más entrar, después de pasar por taquilla, accedemos al claustro del antiguo convento, aquí comienza la exposición temporal titulada "Almacenes de historia", que toma como referencia un cuatro de pintor desconocido del siglo XIX donde se representa el muelle de Llevant del puerto de Mahón en plena actividad comercial. Se trata de una obra coral, en la que aparecen más de un centenar de personajes, y donde están representados, además del perfil de la ciudad, un sinfín de motivos: oficios, actividades e, incluso, clases sociales. He aquí, precisamente, el gran valor estratégico de esta pequeña isla mediterránea: su impresionante puerto natural, codiciado desde la antigüedad por romanos, árabes y catalanes o más recientemente por británicos, franceses y españoles. Buena parte de la planta baja está dedicada a este cuadro, con informaciones complementarias sobre, por ejemplo, el comercio con América.
En las plantas superiores encontramos las colecciones permanentes del museo, con piezas desde la prehistoria, encontradas en los yacimientos de talayotes y navetas, pasando por la época romana, visigótica, musulmana, reconquista cristiana, hasta llegar a la actualidad, sin olvidar el papel que jugó el puerto de Mahón en la Guerra Civil española como una de las bases principales de la armada republicana. Encontramos obras cartográficas, monedas, fotografías antiguas, vestimentas tradicionales, herramientas de oficios varios y un larguísimo etcétera. 
Una isla es un lugar cerrado en sí mismo, aunque nunca aislado; por aquí han pasado todos los pueblos y ejércitos que el Mediterráneo ha conocido, pero tal vez en ningún lugar como este se pueda apreciar la pervivencia del pasado y su convivencia con la actualidad. Ahora ya podemos salir de Mahón y recorrer la isla con la excusa de ver talayotes.



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